Una vez más, el encanto de esta especie y del entorno que habita nos llama a visitarla a pesar de la distancia, porque el madrugón y el viaje merecen la pena. Si además se hace en buena compañía, mejor aún. Aunque esta vez no se "portaron" igual y estaban más esquivos que en la semana anterior, posiblemente porque el otoño va avanzando y su comportamiento se va volviendo más distante. Estaban mucho más desconfiados, adoptando muchas posturas de alarma como en estas imágenes:
Aunque cuando ya se relajaban algo sus posturas eran más típicas y paraban más quietos:
Ya sé que resulta cansino hacer dos entradas de la misma especie, pero teniendo en cuenta la época en que estamos y que luego las sesiones de comedero se hacen muy repetitivas todo el invierno, habrá que aprovechar que ahora esta preciosidad está disponible.
Espero que os guste. Un abrazo.
preciosa entrada con fotos muy chulas!!me encanta
ResponderEliminarsaludos
A mí me ha encantado.
ResponderEliminarY si quieres regalarnos con una tercera entrada, por mí perfecto.
Saludos.
No nos hartamos para nada, espléndido reportaje de un bicho que no es nada facil hacerle fotos, y tu vas y te hartas .... Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias coleguitas.....ná, ya sabéis, si alguna vez queréis mirlos acuáticos, os digo dónde. Un abrazo.
ResponderEliminarPues ami no me importa que repitas especie, faltaría mas.
ResponderEliminarOs lo pasasteis genial haciéndolo y eso es lo importante.
Un abrazote.