martes, 20 de mayo de 2014

La charquita.

Esta primavera está siendo terrible. Después de un invierno tan frío y desapacible, lleno de temporales, cuando se iba uno para volver otro....después de haber llovido más que la media....nos llega una primavera con unas temperaturas altísimas y continuadas, y sin nada de agua. La hierba apenas ha crecido, a los árboles les ha costado dios y ayuda hacer brotar sus hojas a cámara lenta....y como todo es una cadena, la cantidad de insectos y de aves criando es mucho menor. Lo único bueno es que bien pocas polladas o nidadas (por no decir ninguna) se habrán estropeado por culpa del frío o la lluvia...yo diría que los huevos hasta se podrían haber incubado solos.
Pues todo lo anterior lo único positivo que tiene es que en la zona donde campeo, los puntos donde hay agua quedan reducidos a dos o tres, así que hacia allí me dirigí aunque antes de tiempo, ya que suelo visitar este sitio cuando está más avanzada la primavera, casi empezando el verano....y no me defraudó. La variedad de especies que puede entrar en un bebedero en época de calor es increíble.

 Los más espectaculares son los picogordos. Su llegada al bebedero se distingue por su aleteo, con un sonido diferente al del resto, parecido al de los morunos en lo rápido pero más potente, y no tan sonoro como el de los mirlos pero sí más rápido.














Los morunos son sin duda los amos del lugar, si no por su tamaño, sí por su número y gresca:
Los machos, más negros cuanto más veteranos, y las hembras, más parecidas a hembras de gorrión común.











Pero como todos los años, hay sorpresas. Primero fué una bonita hembra de curruca rabilarga:



Los también relativamente comunes pinzones vulgares, ya con pollos creciditos:







Y una visita que siempre se agradece, porque yo al menos para ser una especie relativamente frecuente, nunca los consigo fotografiar así de cerquita:
 Una preciosa hembrita de jilguero:


Los ruiseñores siempre son visitantes habituales. Los zarzales cercanos tienen varias parejas que compiten por este punto fresco común. Una especie relativamente difícil de ver , que no de oír, pero que cuando tiene que beber o bañarse tiene que salir del refugio de la zarza:







Un poderoso aleteo señala la llegada de una enorme torcaz que sin embargo no aguanta la presencia de mi aguardo:



Algo parecido pasa con los rabilargos. Cuando está más avanzado el año ya vienen familias con muchos jóvenes que son los más confiados. Entran primero y ayudan al resto a confiarse, pero cuando son adultos las miradas de recelo y los amagos se suceden hasta que se confían poco a poco:




También hay especies más comunes, que no suelen poner pegas en entrar desde el primer momento, como herrerillos y carboneros:










Pero el que me dió la sorpresa fué  una especie nueva, el papamoscas cerrojillo!, yo que apenas los veo (sí en otoño con el paso migratorio pero no ahora), una hembrita descarada, teniendo un ojo puesto en el resto de pájaros a los que esquivaba, y otro en el agua:














Muy bonita aunque sólo sea por lo poco vista que la tenía. A mí me hizo muchísima ilusión.

Una bandada de mitos, después de una hora cantando en los alrededores sin atreverse a entrar, baja rápidamente a darse un bañito, aunque sólo los juveniles aguantan algo .









Los mirlos siempre andan por allí, pero en el campo son enormemente desconfiados, no como en las ciudades. Por éso solo los juveniles aguantan mínimamente la presencia del objetivo:






Un triguero baja a darse un sorbito, entre abejas y avispones:




La última estampa, graciosa al menos, la veo a 20 metros de la charca. Una perdiz está en un promontorio vigilando el territorio , supongo que mientras la hembra está incubando. Un conejo se acerca gazapeando y comiendo por detrás de ella. Los dos se ignoran pero en algunas de las fotos el conejo parece estar acechando a la perdiz cual lince:




....y así termina esta entrada nueva. Un saludo colegas.

jueves, 8 de mayo de 2014

Semana Santa en los marjales....




...que ya son mis queridos marjales. Una tierra a la que me llevó el hecho de que la familia quiera veranear en la playa (yo que soy más de monte y más de secano que un rastrojo) y a la que me he hecho adicto. Un terreno (los marjales) en el que no es fácil moverse entre cenagales, canales, caminos cortados o llenos de maleza, entre nubes de mosquitos y ese calor húmedo más propio de un país tropical....pero con una abundancia en naturaleza increíble que me recuerda siempre a aquella famosa pintura egipcia llena de la fauna del Nilo.
El primer día vuelta de reconocimiento. Por fín!!!! llego a la colonia de canasteras y fumareles en el momento apropiado, con todos los individuos emparejándose y juntándose en bandadas y en gran número. Las canasteras son más confiadas de lo que creía y se dejan acercar a pecho descubierto a una distancia relativamente buena, aunque la luz ya no era muy buena me encantó verlas tan cerquita.:











Estando como estamos en plena primavera, el sonido de todos los cantos que salen de la espesura es precioso, aquello bulle vida como un auténtico paraíso terrenal. Aunque no es fácil verlos, ahí están el carricero común:











Y el tordal, mucho más grande y con un canto muy potente, más fácil de ver porque canta desde lo alto de un posadero y mostrándose como si se terminara el mundo y desafiara a todos:




En una charca decido esconderme porque se levanta un pequeño bando de porrones comunes que no me decepcionan: a la media hora deciden regresar poco a poco haciendo además el cortejo y marcándose los machos entre sí a base de poner el cuello estirado y tocando el agua como también hacen los cucharas:








Como buen paraíso, cualquier paseo por sus caminos te descubre especies preciosas, como el precioso flamenco:




la enorme y temida garza real (temida por el resto de avifauna de menor tamaño por ser una gran predadora de pollos e individuos enfermos):




las cigüeñuelas en su bonito plumaje estival:




...las gaviotas reidoras con la cara negra del plumaje primaveral, uno que está acostumbrado a verlas en el interior en invierno sin la careta:




...y hasta si te descuidas, una libélula cernida sobre una laguna que, gracias al 100/400, se convierte en un macro...




...pero lo verdaderamente espectacular del finde estaba por llegar....andando por un camino una rapaz levanta el vuelo de entre la vegetación de una zona muy seca....una liebre muerta estaba sirviendo de festín a urracas y .....LAGUNERO!:




 En vista de lo confiados que parecen y de que vuelan cerca intentando volver a posarse, decido esconderme cerca aprovechando el terreno. Las urracas son las primeras en regresar y perder la desconfianza, que dada la distancia a la presa es poca una vez bien escondido, y éso parece hacer que los laguneros se decidan antes a volver al provecho:

Primero es un precioso macho el que aterriza echando a las urracas:










Pero no tarda mucho en ser expulsado por una hembra, más corpulenta,  poco después:













En la hora siguiente, dos ejemplares con plumaje de hembra se disputan sucesivamente la presa, retirándose la más saciada al final para dar paso a la nueva hasta prácticamente no dejar nada de la liebre, que era bien grande. Durante todo el tiempo, los rifirrafes son constantes, el individuo posado avisa de la llegada del otro agachándose y cubriendo la presa, mirando hacia arriba nervioso, y piando de manera lastimera. Las escenas de pelea son impactantes pero es difícil pillarlas sin cortar algo:







A la mañana siguiente regreso a la zona con un conejo atropellado esperando repetir la experiencia, pero no sólo no se repite el hecho sino que me roban sin que me de cuenta el botín y se lo llevan en un descuido. Lo que más rabia me dio fue que solo pude hacer una foto decente cuando se paró bastante alejado a mirar hacia atrás (supongo que mis tacos le debieron avisar, jajajaja):








No importa....el momento fué maravilloso y éso me convenció de recoger y darme una vueltecita de despedida que aunque no dió grandes fotos, dejó muy buen sabor de boca....y es que me ha costado unos años...pero me he enamorado de esta tierra. Un abrazo a todos, colegas.