martes, 11 de junio de 2013

Otro día de sorpresas.

Comienzo el día bien temprano....no sé si ya os he contado que la noche antes duermo poco y mal, con muchos sueños. Me pasa desde que siendo muy pequeño íbamos al pueblo, estaba tan emocionado que no dormía bien y me despertaba muy temprano y no podía coger el sueño de nuevo....jejeje. Pues gracias a éso, estoy en el campo casi antes de que amanezca. Aunque así no se pueden hacer fotos (iso 800 o 1600, velocidades muy bajas etc.), la sensación de ver y oir despertar al campo, y de encontrar escenas increíbles lo compensan. Una familia de zorros juega antes de retirarse a su escondite con la presa que les ha traido la madre (una liebre) y con los restos de las alas de una perdiz (en las fotos es indistinguible....lo sé porque luego me acerqué a la zona y ví dónde pasan el día, escondidos en auténticas galerías hechas bajo la maleza....compartí sus garrapatas entrando en semejante cubil pero mereció la pena....todo lleno de huesos y plumas).







El adulto se largó enseguida buscando más presas, pero los cachorros se quedaron jugando y peleándose entre ellos….algo de mi olor les debió llegar porque uno de los jovenzuelos se acercó, me ladró varias veces, y se escondieron todos alarmados en el zarzal de nuevo….era hora de continuar el paseo.

Un buen posadero siempre da buen resultado, un alcaudón común y una abubilla me dieron los primeros resultados, y también se animó un moruno que tiene el nido cerca y llama desde él insistentemente a una chica a la que conquistar con su construcción.






Como esta zona me la tengo muy trillada y de la revisión de los nidos saqué la conclusión de que van bien (salvo alguna puesta que se ha perdido), los pitos reales ya han nacido, los alcaudones comunes ya tienen pollos pequeños algunos, y aún incubando otros, pero no es cosa de molestarlos merodeando mucho por allí…..decidí cambiar un poco de hábitat y subirme a las llanuras. Había oído un sisón (la distancia  a la que se los puede escuchar es increíble) y decidí acercarme, aunque se largó desde bien lejos y me dejó chafado. Pero como de todo se saca algo....escuché un canto que me resultó muy muy familiar, pero que no lograba ubicar mentalmente, así que me acerqué y descubrí que por fin han vuelto y se han establecido las rubias del campo. Me escondí al lado del campo recién arado y la verdad es que las cogujadas montesinas colaboraron más que las collalbas, pero bueno, a nadie le amarga un dulce:
Nuestra bonita hembra:



Y el espectacular macho:



 Y las montesinas, muy guapas y cantarinas:




 Este contraste (las montesinas ya van acompañadas de sus pollos bien crecidos, distinguibles de las adultas porque su plumaje es más moteado y porque son más tontorronas, mientras que las collalbas han llegado hace relativamente poco, y más con un año tan frío, y andan todavía delimitando el territorio), me hizo pensar en cómo se habrán adaptado a distintos tipos de insectos, semillas, etc, para hacer coincidir su época de cría con el mejor momento y evitando así la competencia con otras especies.

Los ratoneros ya han crecido mucho, su plumaje blanco ha dejado paso a una buena cobertura de plumas, los tres pollos siguen creciendo sanos y fuertes, no hay bajas y el nido siempre está lleno de conejos....a ver si tienen suerte cuando se emancipen.

Un nido de alcaudones comunes con pollitos ya algo crecidos, y que por suerte como está en una pronunciada ladera pero a poca altura, sólo hay que subir un poco la cuesta para tenerlos "a huevo":



Y un nido de mirlo común a cuarenta centímetros del suelo.....es más fácil encontrarlos de lo que uno querría....el adulto emite un silbido muy característico de alarma para avisar a los pollos de que se estén quietecitos, persistente y desde el mismo punto, pero cuando aprendes a relacionarlo, es mirar a tu alrededor con atención y encontrarlo.....venga vámonos pronto que hay que dejarlos tranquilitos:



Ya es hora de irse volviendo....un poco más alante, una perdiz levanta el vuelo asustada:


Y un mochuelo que tiene el nido en un olivo cercano, observa el territorio desde la seguridad de una higuera, donde su color lo hace casi indistinguible del tronco:



Pero ya que vuelvo, decido pasar por la zona de donde siempre se me levanta el chotacabras. En el hueco dejado entre varias encinas que crecen juntas, en el suelo relativamente despejado y amplio, a modo de plazoleta, suele pasar el día, pero el jodío se levanta antes de que pueda distinguirlo, así que voy a ver si esta vez lo veo mejor, pero como no siempre está en el mismo sitio, ya voy revisando los árboles de los alrededores y buscando en los sitios donde más les gusta estar: en las zonas despejadas donde apenas crece la hierba, bajo los árboles, en sitios algo arenosos y con hojarasca o pequeñas ramitas, en sombra e incluso con ramas bajas, pero siempre con accesos y salidas cómodas (con esas alas y esa envergadura y forma de volar, con esos aleteos, debe ser importante tener salidas rápidas en caso de peligro). Bueno pues a pesar de su camuflaje, cuando veo que en uno de estos sitios querenciosos (y mira que llevo mirados miles)  una sombra alargada con ojitos entrecerrados se esconde, a unos 4 metros o menos de mí, y sin inmutarse, sé que lo he encontrado.


Paso a su lado, y lo voy rodeando y observo que esta vez, no levanta el vuelo. La distancia a la que estoy es la de siempre (unos 4 metros, aguantan éso y menos) pero éste se "aferra" a su lugar. Además observo que el plumaje del pecho está más ahuecado de lo normal, no tan pegado al cuerpo, lo cual me hace sospechar que oculta a sus huevos o pollos debajo.....le hago un par de fotos más y me retiro marcha atrás:


 
Pero entonces, precisamente cuando lo que trato es de alejarme, levanta el vuelo. Comienza a volar a mi alrededor en círculos y enseguida veo por qué: tenía dos pollitos recién nacidos debajo:



Es casi imposible distinguirlos si no es porque la madre los estaba tapando. La hembra comienza entonces a hacer todo lo posible por distraerme: vuela y se lanza de repente al suelo como herida:

...aleteando y dejando un ala extendida simulando estar herida, levantando el vuelo y volviendo a bajar enseguida....como comprendo que es su táctica para alejarme del nido, hago como si entrara al trapo y comienzo a alejarme del nido y a seguirla al mismo tiempo. Ella se emociona por así decirlo, y trata de irme llevando cada vez más lejos, y yo la sigo el juego.  Se posa en lugar visible, dejando las alas incluso caídas ....


Como ya estamos suficientemente lejos del nido (a unos 20 metros), ella ya da un vuelo describiendo un buen rodeo pero dirigiéndose a la zona del nido. Yo me alejo y me oculto bajo las ramas de una encina bastante alejada pero en alto. En unos cinco minutos la chota, que se había posado en una linde algo elevada pero al descubierto, pega cuatro aletazos y entra de nuevo al nido, y yo, dando un rodeo bien generoso, vuelvo al coche con una sonrisa en la cara que ya no se me quita en el resto del día, a pesar de las tediosas obligaciones familiares que me tocaban luego por la tarde....la primera vez que encontraba un nido de chotacabras!!! y ahora por fín entiendo el por qué de ciertas fotos de chotacabras con un acercamiento brutal. El macho descansa pero si se siente descubierto no tiene nada que perder con levantar el vuelo y buscar un lugar más tranquilo, pero la hembra tiene que desplegar toda esta panoplia de tácticas de distración....espectaculares por cierto.

Un saludo colegas!